America del Sur,  Atacama,  Bolivia,  Chile,  Peru

Tres sueños por cumplir – resumen de nuestro viaje

Tres sueños, tres países, tres famosas atracciones turísticas de Sur América: desierto de Atacama en Chile, Salar de Uyuni en Bolivia y Machu Picchu en Perú – todo en un solo viaje…

¿Vamos?


No teníamos un plan en concreto, porque además de los billetes de solo ida a Calama (comprados en oferta, un mes antes del viaje) y los lugares soñados no habíamos hecho reservas de alojamiento, buses o aviones, ni habíamos determinado las fechas de estancia en cada lugar. No sabíamos cuánto tiempo estaríamos viajando y cuantas cosas podríamos realizar. Era un viaje sin una gran planificación y preparación, pero con mucha fuerza por cumplir nuestros objetivos. Lo único que más o menos tuvimos determinado era la fecha de vuelta: fin del Marzo (si Monika obtenía el trabajo al cual había postulado) o máximo antes de Pascua.

Finalmente, nuestro viaje duro un mes completo y todos nuestros sueños se cumplieron, pero eso no fue todo, este viaje trajo nuevos amigos y amistades, un montón de experiencias interesantes y momentos inolvidables; nos mostró paisajes maravillosos y lugares de los cuales ni si quiera sabíamos antes.

Esta fue nuestra ruta en general:

  1. Santiago-Calama (Chile)
  2. Calama – San Pedro de Atacama (Valle de La Luna, Lagunas Altiplanicas + Piedras Rojas, Geiser El Tatio)
  3. San Pedro de Atacama – Uyuni (Bolivia)
  4. Uyuni – Potosi
  5. Potosi – Sucre (+Tarabuco)
  6. Sucre – La Paz
  7. La Paz – Copacabana (Isla del Sol)
  8. Copacabana – Cusco (Peru)
  9. Cusco – Aguas Calientes – Machu Picchu
  10. Cusco – Arequipa
  11. Arequipa- Tacna
  12. Tacna – Arica (Chile)
  13. Arica – Santiago

En realidad, hemos hecho unos 8000 km :

  • sobre 1500 km en avión (Santiago a Calama)
  • sobre 6000 km en el bus
  • y, además: a pie, en bici y en barco

Hemos dormido en distintos lugares, 31 noches en total, de las cuales:

  • 4 noches en tienda/carpa
  • 5 noches en bus
  • el resto: en hostales, couchsurfing e incluso en monasterio.

El mayor tiempo lo pasamos en Bolivia – 2 semanas en total.
El sitio más alto en el cual estuvimos: Potosi – Cerro Rico: aprox. 4800 m.s.n.m.

Además de todo, hemos comido kilos de pan, hemos bebido litros de coca cola (preventiva y curativa para nuestra flora bacteriana estomacal), hemos bajado de peso 8kg los dos en total y, nuestros cuerpos valientemente soportaron las pruebas físicas, climáticas y gastronómicas.

Los paisajes cambiaban como en un calidoscopio: desde el lugar más seco del mundo con la tierra roja y árida, a través del extenso del salar de Bolivia, entre la verde cordillera de los Andes de cumbres cubiertas con nieve, hasta la selva peruana con árboles de plátano en el camino. Y cuando volvíamos otra vez mirábamos al desierto por un lado y al océano por el otro. Junto con los paisajes, cambiaba además el clima: desde cálido y seco: pasando por el desierto de Atacama; hasta lluvioso, húmedo y templado en Machu Picchu.

Había bellos y auténticos lugares, paisajes creados por la naturaleza y el hombre, había trajes y textiles de colores y simpática gente local. Había también lugares típicos turísticos, masificados,  llenos de agencias y restaurantes (en Perú vimos más locales de pizza que en la misma Roma), y puestos con los típicos recuerdos y suvenires (iguales en todas partes sólo con precios distintos dependiendo de lo turístico que fuese el lugar) y  finalmente, los mismos turistas en los chalecos de alpaca de varios colores, recién comprados (hechos a máquina a partir de una mezcla de fibras – así que también compramos nosotros ) y la emprendedora gente local tratando de capturar clientes con sus productos y ofertas.

Durante el viaje nos hemos encontrado con lugares hermosos y ocultos, a la vuelta de la esquina y lugares pobres y desordenados. Hemos visto bienestar y pobreza, estos últimos lugares dominaban en la mayoría de los lugares…niños trabajando en la calle …. y las personas que no sabían leer ni escribir porque nunca han terminado la escuela, hemos hablado con muchas personas y otras a las cuales era imposible entenderles bien el castellano, o simplemente cuyas conversaciones no entendíamos, porque sólo manejaban el idioma quechua. Para qué hablar de los nuevos sabores y, sobre todo olores. Lo más característico…el penetrante olor a coca…

Y como no todo fue bonito, perfecto y “aburrido”, debíamos tener algún tipo de problema, técnico – financiero en este caso. Parece que a las tarjetas de pago les gusta hacernos bromas y hacer huelgas en momentos menos esperados y adecuados. Esta vez nos bloquearon la única tarjeta que tuvimos (la otra justo caduco). Nos pasó en casi la última etapa de nuestra travesía– antes de subir a Machu Picchu. Igual tuvimos suerte y algo de efectivo que pudimos sacar por última vez.  Habíamos pagado el transporte, hostal en Cusco y las entradas a Machu Picchu, nos fuimos a Aguas Calientes con unos 180 soles (para 2 personas, debiendo pagar comida y hostal para 2 noches). Finalmente, no tuvimos ninguna otra posibilidad que pedir al tío que nos mandara dólares. La tarjeta era de Polonia y para nada sirvieron las llamadas de call center desde el Perú. Ahora ya sabemos que deberíamos hacer para prevenir situaciones así.

Había dudas momentáneas, miedos sobre nuestro presupuesto limitado, dolencias causadas por la altitud, fatiga habitual del recorrido y previsiones meteorológicas adversas además de desastres naturales que prevalecen en Perú…pero nada que nos pudiera parar (incluso experiencias desagradables en San Pedro, que nos desanimaron e incomodaron).

¿Hay algo en nuestro viaje de lo que nos arrepintiéramos, algo que hubiéramos hecho distinto, que no hubiéramos hecho o que nos gustaría repetir?

Solo nos arrepentimos de ya estar de vuelta… Nos hubiera gustado quedarnos más tiempo en Perú y Cusco. Volveríamos al Valle de la Luna para ver todos sus atractivos, repetir el atardecer…y ver el famoso cielo lleno de estrellas sobre Atacama (que gracias a la luna llena y las nubes no pudimos apreciar en este viaje). Iríamos a Tahua – el pueblo a orillas del salar en Bolivia. Y dormíamos en carpa en la isla del Sol. Y sobre todo subiríamos de nuevo a Machu Picchu – esta vez solo para pasear y contemplar las ruinas…Pero todo eso necesita esperar a una próxima vez.

Por ahora vamos a revivir la aventura de nuevo…con post, fotos y videos que pronto publicaremos.

…Vamos?

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