America del Sur,  Bolivia

Camping en la isla de Incahuasi – nuestra receta para un tour alternativo en el Salar de Uyuni

Hoy te presentaremos la receta para un viaje completamente alternativo y económico en el Salar de Uyuni. Te llevaremos por un tour en autobús local a dar un paseo entre los cactus milenarios, te mostraremos el amanecer en un blanco desierto y pasarás la noche bajo un millón de estrellas.

¿Vamos?


«Tahua … un pueblo entre la falda del volcán Tanupa y la orilla del salar de Uyuni» – Esteban y Simona nos cuentan sobre su descubrimiento: “se puede llegar en autobús local, ¡el cual te llevará por una ruta en medio del salar! El problema es que el bus hacia Tahua sale sólo 2 veces por semana y el de hoy viernes ya salió al mediodía… el siguiente bus a Tahua saldrá el martes. Alternativamente podemos tomar el bus que va a otra aldea, Llica. A Llica salen buses a diarios desde Uyuni, solo debemos preguntarle al chofer si se desviaría hasta Tahua. Quizás podemos pagarle un poco extra”.

El plan es tentador. Todo el día y la noche en el pueblo a los pies del volcán con el salar a un par de pasos. Sin guías y programas. Finalmente decidimos ir a Tahua con el autobús que va hasta Llica y allí acampar a orillas del Salar.

Mientras tanto, para celebrar nuestro plan, por la tarde vamos al local Extreme Fun Pub a pasos de nuestro hostal. El lugar es curioso, verás que hay cientos de fotos de los culos de “visitantes/turistas” los cuales concursan por beber la mayor cantidad de cerveza en menos tiempo. No sabemos los detalles porque no concursamos. Pero si vas ¡no te olvides de preguntar por el curioso concurso!

Al día siguiente empacamos nuestras mochilas y dejamos el hostal. El autobús a Llica sale a las 12:00. La estación está llena, es un caos de gente tratando de guardar sus cosas en el bus más parecido a un tanque. Preguntamos al conductor si se puede desviar a Tahua, pero el conductor no accede, hay mucha gente y no se desviará.

Aparentemente, otras 4 personas están interesadas en el mismo itinerario que nosotros… quizás podamos unir fuerzas y así el chofer accederá a desviarse. Mientras tanto, no haya nada más que podamos hacer que ir a dejar las mochilas al hostal. Por la tarde regresaremos para averiguar si esas 4 personas vienen o no y si así pueden desviar un bus a Tahua.

«¿No quieren ir a pasar la noche en la isla de Incahuasi? Allí, el conductor puede dejarlos y recogerles el día siguiente«, – nos propone la señora que vende los tickets de bus, después de confirmar que no tiene a las personas interesadas para ir a Tahua. Además, nos comenta- “no hay tours a la isla Incahuasi ahora, allí hay mucha agua como para que lleguen los tours privados, pero el bus puede ir. Solo necesitan llevar comida y agua” … Reflexionamos un momento y tomamos la decisión: ¡Mañana vamos a la isla de los cactus!, ¡nos vamos a la isla Incahuasi!

Después de otra noche en Uyuni, el domingo por la tarde volvemos a la estación para partir a la isla Incahuasi. Ya hay cientos de paquetes esperando para ser cargados. Las cholitas llegan y se sitúan con sus carritos para vender desde panes, chocolates hasta platos de comida para el viaje. Finalmente, el autobús llega como de costumbre, con retraso.

Nos subimos al bus, la mezcla de olores en el bus nos enferma…increíble… ¡Por fin el bus emprende su camino! Producto del agua en el salar, nos movemos a paso de tortuga… entre saltos y balanceándose como un barco, la gran maquina rueda en medio del desierto blanco. ¡Estamos de vuelta en el Salar! A lo lejos divisamos a los jeeps de los tours y otro autobús que van de vuelta a Uyuni, el panorama es increíble… como de otro planeta.

Dos horas más tarde, en el horizonte, aparece la isla de Incahuasi – ¡nuestro objetivo! El conductor hace una parada corta aquí, tomamos nuestras mochilas, recuperamos el aliento y estamos listos para dar un rodeo a la isla en busca de un lugar para acampar.

A lo lejos, en lo alto de la isla, alguien nos observa y nos sigue – es uno de los guardias de la isla. En ese momento divisamos un lugar en donde probablemente más de una tienda ya fue armada- una gran cueva entre los cactus, y en el borde del salar – una gran mesa y asientos de piedra. De repente surge un guardia que viene hacia nosotros caminando por la orilla, nos informa que tenemos que pagar por la «entrada» a la isla o el derecho a pisar la isla. Las negociaciones van mejor cuando Esteban le da un cigarrillo. Se reduce el precio a la mitad, y el pago nos da derecho a usar el baño del recinto turístico…

Hay alrededor de 7 trabajadores en la isla. Nosotros somos cuatro y además nos acompañan un par de curiosos perros que no nos abandonan durante toda nuestra estancia. Las excursiones o tours organizados no llegan hasta la isla debido a la cantidad de agua acumulada que amedrenta a los conductores (el agua salada corroe los bajos de los jeeps y es por eso que prefieren no ir).

Isla Incahuasi en, quechua, significa «casa del Inca» y es famosa por sus grandes cactus (¡algunos pueden llegar hasta los 10m!) y los más altos ¡tienen varios siglos de edad!

¡Todo el atardecer y las hermosas vistas de los rayos de sol reflejados en los charcos de agua son solo para nosotros!

Y luego nos sorprende una noche hermosa, sin nubes, que nos permite apreciar los millones de estrellas que nos acompañan en nuestro viaje, la majestuosidad de la Vía Láctea y el incierto trayecto de varios cometas.

Un poco de diversión con la luz:

Con un silencio que lo abarca todo, finalmente podemos descansar un par de horas.

Despertamos antes de las 6 am… nos cuesta salir de los sacos de dormir. Finalmente nos vestimos, abrimos la tienda, con linterna en mano marcamos rumbo por la oscuridad hacia la parte más al este de la isla, para nuestro encuentro con el sol naciente.

En el horizonte hay un resplandor brillante, una luz cálida ilumina la isla y los cactus seculares. Subimos más alto para poder tener mejores vistas.

Poco antes del amanecer, los primeros rayos naranja de luz aparecen lentamente en el blanco desierto, cuyos cristales de sal reflejan la luz. El Sol, lentamente toma lugar en la composición y calienta nuestras caras con sus delicados rayos.

Amanecer en el Volcán Tanupa- el pueblo Tahua se encuentra en algún lugar a sus pies…

Increíble desayuno gracias a las vistas:

Más juegos con perspectivas..

Increíblemente, la sal forma polígonos por todas partes, reflejo de su composición molecular.

A las 14 horas aproximadamente, el autobús llega para llevarnos de vuelta a Uyuni. Simona y Esteban, deciden quedarse aquí una noche más.

Es hora de que nos movamos y dejemos atrás la isla del cactus. Sin duda alguna esta fue una aventura increíble. Por lo menos 3 tours en uno. Si también deseas una alternativa económica a la ofrecida por la agencia, entonces esta es tu receta.

Llegada en autobús local

Si no tienes un coche de alquiler, el servicio de autobús local es la solución. En la estación de autobuses de Uyuni encontrarás 3 agencias que tienen servicio de autobús a los pueblos de alrededor de Salar (Llica y Tahua). Fuimos con la agencia llamada “19 de noviembre”. Después de una ligera negociación, un billete de ida (ruta Uyuni-Incahuasi) nos costó 30 BOB / persona. Recuerda que la isla no es una parada fija del bus, por lo tanto, asegúrate de avisarle a la agencia y al conductor que te recojan en el día acordado para volver a Uyuni. Las salidas desde Uyuni, en teoría, deben ser diarias y al mediodía. El trayecto dura aproximadamente 2 horas.

Si tienes el tiempo, puedes ir a la aldea que mencionamos al principio – Tahua. Recuerda que los buses no son diarios. Pregunta por la frecuencia.

Isla de Incahuasi – indicaciones

Isla de Incahuasi se encuentra a unos 100 km de Uyuni. La entrada a la isla está sujeta a una tasa de 30 BOB. Puedes tratar de negociar el precio con los cuidadores (nos las arreglamos para pagar la mitad, lo que probablemente fue posible por la falta de turistas y la promesa de no subir al mirador privado … bueno, no olvidemos el cigarrillo).

En cuanto a la infraestructura disponible: hay baños y un pequeño hostal (por desgracia no sabemos en qué condiciones están, no la visitamos). Además, hay una pequeña tienda de suvenires y aperitivos. ¡Asegúrate de llevar tu comida y agua desde Uyuni!

Si vas a pasar la noche en una tienda de campaña – encontrarás un lugar cómodo en la isla. Si quieres puedes llegar a “nuestra” cueva. Simplemente recorre la isla en el sentido de las manecillas del reloj (hacia la izquierda si te paras de frente a la entrada de la Isla: en donde están las cabañas) hasta que llegues a una mesa de piedra. Ahí, derecho hacia arriba veras la cueva.

Si deseas alejarse de la realidad, a unos 20 km de la Incahuasi se encuentra Isla del Pescado (Fish Island, llamado así por su forma). No está habitada y no hay ningún tipo de infraestructura turística. ¿Más? La admisión es gratis.

¿Quién disfrutó de una aventura similar en la isla Incahuasi? ¿Conoces la isla? ¡Comparte tu experiencia!

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