La verdadera cara de San Pedro de Atacama, reflejo de nuestra estancia con un puñado de críticas
Atacama fue nuestro sueño chileno y el momento en el que llegamos a San Pedro fue uno de los más esperados desde principios de este año. Pero no siempre todo es colorido y resulta como lo soñamos… y esos momentos desagradables que sucedieron, al comienzo de nuestra expedición … en un país en donde nos sentimos como en casa y en el cual nunca pensamos que los paisanos de Tomi y recientemente míos, pudieran tratarnos de manera tan desagradable. Aunque preferimos hablarles del mundo en colores brillantes, esta será la primera vez que les contaremos algunas verdades, sin lentes color de rosa, sin guinda en el pastel y con una dosis de crítica. Aquí tienes, a nuestro parecer, la verdadera cara de San Pedro de Atacama.
Una aldea… un pueblo sacado de una película del salvaje oeste…. una serie de casas de perfil bajo, construidas con piedras, barro y paja. Calles de tierra, en donde el viento sopla y provoca pequeños remolinos.
El fuerte sol seca cada pedazo expuesto de nuestra piel… Aquí te olvidas del hambre y luchas con el deseo constante, condiciones normales de un clima árido. A la vez, en el lugar más seco de la tierra contrasta la vista de la cordillera con los volcanes nevados.
El paisaje nos encantó, ¿qué es lo bello en esta tierra roja y agrietada? Tal vez, es porque no es el paisaje verde al que estamos acostumbrados. Lo que vimos alrededor del pueblo de San Pedro, las atracciones geográficas que visitamos, sin duda alguna merecen la pena. En cuanto al pueblo en sí, no hay mucho que ver..
La iglesia:
Lo hemos dicho, por su apariencia San Pedro nos recuerda al viejo oeste, y también algunos de sus habitantes juegan a ser “pistoleros” o bandidos jugando con la ilegalidad y gozando de los «botines» sacados a los turistas, el fraude y las drogas también están en la agenda… Esta imagen tan triste nos llegó nada más llegar al pueblo.
El primer día al buscar alojamiento, fuimos engañados por la dueña del camping. Agua fría en lugar de agua caliente que se nos había prometido (el momento en el que sueñas con una ducha caliente después de un día caluroso y agotador, sacas una toalla y averiguas que los vecinos de la tienda del frente y que todo el resto han sido engañados.) Además, nos dimos cuenta de que el precio del camping variaba dependiendo de cómo le caes a la dueña o lo cuanto ella consideró fácil sacarte del bolsillo (…siento que te hayas enterado del precio real por los vecinos), para que hablar de cargos adicionales para cargar el teléfono o la batería de la cámara (afortunadamente nosotros llevamos un “powerbank” y así 2.000 CLP se quedaron en nuestro bolsillo…).
Con la esperanza de encontrar una mejor opción dejamos este lugar al día siguiente (con el resto de nuestros vecinos, gente que pasó su primera y última noche allí). La siguiente opción también fue un camping. Estuvimos de acuerdo con el precio por noche y para el resto del día antes de nuestro viaje durante la noche a Uyuni. Era agradable y tranquilo … los propietarios también parecían amables. El lugar resultó ser un pseudo-campamento con el suelo de piedra y poca sombra. Era un Hostal que vio la oportunidad de cobrar un poco más barato por el sitio para la carpa. Cabían unas 5 carpas.
Durante las 2 noches que estuvimos allí, fuimos frecuentados por perros que hacían sus necesidades donde querían (realmente nos gustan los animales, pero no bajo tales condiciones). El tercer y último día de nuestra experiencia en San Pedro, se nos vino encima y de la forma menos profesional- luego de llegar del Tatio, preguntamos por lavar algunas prendas y ropa interior de forma manual dentro de una fuente para no gastar tanta agua. Teníamos nuestra ropa húmeda en las cuerdas y la dueña del hostal decidió que debíamos pagar más dinero por la ropa que tendimos. Además de pagar el extra por quedarnos durante el día, debíamos pagar más por lavar nuestra ropa. El hecho de tener que pagar más por que ella quería, no nos molestó tanto como las palabras que en último momento soltó: ¡tomen sus cosas y salgan de aquí!…
Contado con experiencia en el servicio al cliente y en la gestión de un hotel, es imposible que se nos ocurra tratar así a unos huéspedes, sin embargo, resultó que aquí en San Pedro tales cosas son posibles. Todo esto nos ha llevado a entender que los mochileros en San Pedro son los clientes menos apreciados (no dejan tanto dinero como el resto, así que no importan mucho sus opiniones y la calidad del establecimiento o servicio ofrecido). Escoger un camping en vez de hostal u hotel fue nuestra decisión, pero nunca pensamos que eso llevaba un mal servicio y pésimo trato incluido en el precio.
En conclusión, los negocios en San Pedro funcionan como en una ciudad sin ley, o más bien bajo la “ley del desierto”, bajo un desarrollo turístico incontrolado y precios desorbitados, el turista es visto como dinero con pies. Los emprendedores locales sólo se frotan las manos y, quién sabe ver entre líneas, se dará cuenta de la lucha que existe para llevarse esos dólares o pesos. Nuestra gran crítica es que hay muy pocos que se preocupan por la calidad, el confort o una buena estancia turística. Y lo que vimos en realidad fue la sensación de saber que, si el “cliente” está insatisfecho no importa, este se irá y en su lugar vendrá otro. Además, durante la temporada llegan tantos turistas que no hay razón para preocuparse por “uno” menos.
Desde luego no esperábamos esta situación en San Pedro ¿o es que realmente está sucediendo en todo Chile? Sin duda alguna en la Patagonia no pasamos por esta desagradable situación. Descubrimos sin querer la cara más oscura de este pueblo del desierto. Resultó ser un lugar donde los salarios se ofrecen en las drogas (según nos contaron amigos que trabajan allí), el contrabando prospera y existen fiestas a las que suelen asistir guías y conductores que al siguiente día conducen tours que parten a las 4 de la mañana…
Absolutamente no queremos despertar prejuicios para antagonizar el lugar. Por el contrario, esperamos aportar nuestro punto de vista crítico para que seas más consciente de la realidad, seas más cauteloso y pases un tiempo increíble en tus vacaciones. Contrariamente a lo que quizás piensas, al final de nuestro paso por San Pedro, tuvimos la fortuna de encontrarnos con gente maravillosa y sobre todo muy amable, como puestas en nuestro camino para no llevarnos un gusto amargo debido a estos personajes. Lo curioso es que, al irnos del camping, empacamos nuestras cosas y, posteriormente, cuando fuimos a otro sitio, empezó a llover a cantaros. Incluso nos salvamos de la lluvia. =)
Somos Ingenieros en Turismo, graduados en Polonia y España y aprendimos que calidad debe ser lo más importante de cara al cliente, vuelva o no vuelva a tu establecimiento. Esto no es un tema exclusivo de Europa, viene en la educación y trasciende al resto de ámbitos. Es el “sabor” que se lleva el turista lo que hace su sensación inolvidable, deseosa de repetirla o bien, todo lo contrario.
También estamos ansiosos por escuchar acerca de tu experiencia en San Pedro de Atacama (independientemente de si fue buena o mala).